Han concluido los trabajos de restauración que la Fundación del Patrimonio Ferroviario llevaba a cabo respecto a dos históricos vagones plataforma, de bordes bajos, que le habían sido cedidos hace algún tiempo por la prestigiosa empresa eléctrica ENDESA.
Estos dos vagones ostentaron en el parque de ENDESA las matrículas PM-1 y PM-2 y se trataba de vehículos de dos ejes que prestaron servicio durante décadas en la línea de carácter industrial que unía Andorra con Escatrón, en las provincias de Teruel y Zaragoza, destinada a abastecer la central térmica allí establecida.
Ambos, que son prácticamente iguales, fueron construidos en la década de 1950 y sus características son todavía las propias del modelo unificado para este tipo de vagones. Corresponden, por tanto, al diseño concebido por la Comisión de Unificación de Material, creada a instancias de la Federación de Industrias Nacionales, en la década de 1920.
Durante sus prolongados años de servicio en la citada línea industrial, propiedad de ENDESA, estos vehículos fueron asignados a todo tipo de servicios, realizando cometidos de variada índole y transportando toda clase de materiales hasta que fueron retirados del servicio en la década de 1980.
Tras la primera fase de su restauración, realizada en las instalaciones que la Sociedad Española de Actuaciones Mecánicas (SEAM) tiene en Amposta (Tarragona), cabía acometer los trabajos de finalización de la misma. En dicha fase se había abordado la eliminación, por irrecuperables, de los elementos de madera que conservaban, se había procedido a su limpieza a fondo y habían sido retirados algunos pequeños componentes añadidos impropios de los vehículos.
Se había abordado también un saneamiento general de su estructura metálica, corrigiendo el bloqueo de muchos de sus elementos a causa de la oxidación, y habían sido reparados aquellos otros que presentaban deformaciones y roturas como consecuencia de sus largos años de servicio activo. Muchos de ellos, como soportes, bisagras, anclajes, etc., que se hallaban totalmente inútiles e irrecuperables, han tenido que ser construidos de nuevo.
En esta última fase han sido desmontados y verificados todos los elementos de rodaje, choque, tracción y suspensión, con arreglo a las actuales exigencias al respecto. Los cojinetes de fricción, paletas y otros elementos de los que forman parte de las cajas de engrase han tenido que ser recompuestos, antes de ser restituidos a su lugar y función. Las citadas cajas quedan ya dotadas del aceite correspondiente.
Tras todo ello ha tenido lugar, finalmente, la colocación de todo el maderamen, una vez terminado el saneamiento de las estructuras metálicas, su imprimación y pintado. Con ello han quedado definitivamente concluidos el piso de los vagones, así como sus laterales y testeros, y ha tenido lugar el pintado final de carácter general. Esta vez en las instalaciones de la SEAM en Requena (Valencia).
En la fase final de la restauración se ha procedido a la rotulación de los vagones, con las inscripciones de matriculación y de la compañía ENDESA. Todo ello conforme a los esquemas originales utilizados en su día.
La restauración ahora concluida, como la de todos los vehículos que la Fundación del Patrimonio Ferroviario gestiona y cuyos trabajos históricos encomienda a la Sociedad Española de Actuaciones Mecánicas (SEAM), ha tenido carácter totalmente operativo y ha permitido que los dos vehículos hayan quedado en perfecto estado funcional y aptos para su circulación.
El fin de los trabajos emprendidos en su momento ha llevado a la Fundación del Patrimonio Ferroviario a expresar su satisfacción por haber podido contribuir, junto a ENDESA y gracias a la acreditada sensibilidad cultural de ésta, a tan señalada iniciativa social en favor del patrimonio histórico ferroviario.