Durante el actual Estado de Alarma, la incertidumbre económica y profesional por el parón obligado en muchos sectores, comienza poco a poco a ver la luz tras varios meses de inactividad. Sin embargo aún hay sectores o colectivos que se encuentran a ciegas ante lo inédito de las circunstancias, como nos recordaba esta misma semana el Día Internacional de las Trabajadoras Sexuales.
El pasado martes se celebraba el Día Internacional de las Trabajadoras Sexuales en uno de los peores momentos para las mujeres que se dedican a la prostitución. Con el Estado de Alarma provocado por el COVID-19, han sido uno de los colectivos peor parados por las restricciones de movilidad y por su situación alegal, quedando totalmente desamparadas en el marco actual.
El 2 de junio de 1975, 150 trabajadoras sexuales ocuparon la Iglesia de Saint-Nizier en Lyon, Francia, para llamar la atención sobre su precaria situación laboral y la represión policial que sufrían. 45 años después, en España han caído en el olvido debido a la incomodidad que genera el eterno debate entre regulación y prohibición y se mantiene en el limbo legal.
Precisamente la actual situación alegal de la prostitución es lo que ha provocado que muchas de las trabajadoras sexuales alcen la voz durante el actual Estado de Alarma, y es que sin poder ejercer su actividad durante los meses de confinamiento y con el COVID-19 aún al acecho, el trabajo no remonta y la incertidumbre económica es total al no optar a ninguna de las ayudas sociales que presta el Estado.
En España hay alrededor de 100.000 trabajadoras sexuales independientes que cuelgan sus anuncios en la red y que, como muchos profesionales, se han visto obligadas a parar por las circunstancias o a buscar alternativas como la videollamada. El sexo a través de la webcam ha sido la solución de emergencia para muchas de las chicas, que han podido soportar económicamente el confinamiento gracias a este servicio. Sin embargo, con la reactivación de la economía que poco a poco va teniendo lugar, comienzan a aflorar de nuevo los anuncios de chicas tradicionales en las webs especializadas.