El valor de los efectos sustraídos alcanzaba casi los 40.000 euros, recuperándose 35 terminales más, con un valor en el mercado de más de 7000 euros
La Policia Nacional en el marco de la «Operación Tongue», detiene a siete personas que formaban un grupo criminal especializado en el robo de terminales móviles de alta gama, que sustraían directamente de la carga de los camiones que los transportaba, para luego venderlos en casas de compraventa de objetos de segunda mano o directamente en el mercado negro de efectos sustraídos.
Las investigaciones comenzaron cuando un responsable de la empresa de Logística situada en Madrid, y que se encarga de suministrar el material para la venta en un gran establecimiento de productos tecnológicos, denuncia en esa ciudad, que en un camión que transportaba mercancía con destino a Logroño habían sido sustraídos varios terminales móviles, hechos que se comprueba que vuelve a repetirse con cierta regularidad.
Posteriormente y una vez iniciada la investigación, los agentes policiales encargados del caso, detectan que varios de estos terminales sustraídos están a la venta en distintos establecimientos de compraventa de objetos de segunda mano.
Aprovechándose de la confianza de sus jefes
Tras seguir la pista de estos terminales, los investigadores proceden a realizar la primera detención, siendo esta la de uno de los conductores de los camiones de la empresa de logística, al demostrarse que es este y no otra persona de la que tiene el poder de custodia de los productos, el que aprovechándose de la confianza que tenía depositada, abría el box, donde se encontraba la mercancía, bien arrancando las grapas inferiores o bien rajando el plástico y caja, accediendo al interior y sustrayendo varias de esas cajas en cada ocasión, acto que realizaba impunemente, ya que él era el custodio de dicha mercancía, y todo ello intentando no levantar sospechas sobre su persona o intentar derivarlas hacia otras.
Una vez sustraídos los terminales móviles, estos eran posteriormente vendidos por otras personas del grupo, nunca por el propio autor, que como pudieron comprobar en sus investigaciones los agentes de la Policía Nacional, estaban de una manera u otra relacionados con el detenido, pretendiendo con esa diversificación en la venta por diferentes personas, en diferentes empresas de compraventa de efectos y entre personas particulares en el mercado negro, evitar ser descubiertos por la Policía, algo que por supuesto no lograron.
Las investigaciones fueron realizadas durante varios meses por el Grupo Operativo de Investigación (GOI) de la Comisaria Zonal 2 de la Jefatura Superior de Policía de Madrid y por el Grupo I de Delitos contra el Patrimonio la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Jefatura Superior de Policía de la Rioja.
El valor de los terminales móviles sustraídos alcanza casi los cuarenta mil euros, habiéndose recuperado 35 móviles con un valor en el mercado de más de 7000 euros.
Los detenidos, son cuatro varones y tres mujeres, con domicilios en la ciudad de Logroño y en Navarra, los cuales fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Logroño junto con al atestado, una vez finalizadas las diligencias policiales de investigación.