La Selección femenina volvió a tocar el cielo en un Metropolitano rendido a sus pies. España se proclamó campeona de la UEFA Women’s Nations League con una exhibición incontestable ante Alemania (3-0), en una noche que quedará grabada para siempre. Ante la mirada del rey Felipe VI y el recuerdo emocionado de quienes no pudieron estar, el equipo dirigido por Sonia Bermúdez recuperó la corona que ya conquistó en 2024 y demostró por qué lidera el ranking FIFA.
El estadio presentó una entrada absolutamente histórica: 55.843 espectadores, un registro impensable hace muy poco, empujando sin descanso a una Selección que esta vez sí se sintió dominante desde el primer minuto. España entendió que la final se jugaba con balón y personalidad, y bajo ese guion sometió a una Alemania más conservadora que en la ida.
La primera ocasión llegó a los cinco minutos, cuando Clàudia Pina filtró un pase perfecto para Esther, que se topó con Berger en el mano a mano. Fue el primer aviso de un equipo hambriento, reconocible y firme atrás, con una Cata Coll segura cada vez que Alemania amagaba con aparecer.
El asedio español antes del descanso mereció el 1-0. Mariona rozó el gol en el 38, Vicky López probó un zurdazo en el 45 y, ya en el añadido, la propia Mariona volvió a chocar con Berger. El único susto lo firmó Anyomi en la última acción del primer tiempo, aunque su remate se marchó por centímetros.
Tras el paso por vestuarios, España mantuvo el pulso y encontró premio a la hora de juego. Pina, omnipresente toda la noche, combinó con Mariona y abrió el marcador desatando la locura en el Metropolitano. Fue el comienzo de la avalancha.
El 2-0 llegó de la mano de una futbolista destinada a marcar época: Vicky López. Desde la frontal, la madrileña soltó un disparo seco e imparable que puso al estadio en pie coreando su nombre. Alemania, desbordada, ya no encontró forma de frenar a una España desatada.
Pina, nuevamente decisiva, firmó el tercero con un cañonazo desde fuera del área en el 74. Octavo gol en esta Nations para ella y sentencia definitiva para una final que España convirtió en una celebración colectiva.
El tramo final ya fue un homenaje. El equipo, superior de principio a fin, cerró una noche inolvidable con tres golazos, un título más y la sensación de que este grupo tiene cuerda para mucho tiempo.
Una España enorme, radiante y de nuevo campeona.







