Pamplona Actual

Un dispositivo que estimula un nervio se convierte en alternativa contra la apnea del sueño

Se trata una técnica pionera que permite, en la mayoría de los casos, sustituir a la terapia de presión continua

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  • El Dr. Jorge de Abajo, otorrinolaringólogo de la Clínica Universidad de Navarra, lidera en España esta terapia, que permite, en la mayoría de los casos, prescindir de la presión continua positiva y las incomodidades asociadas a su uso
  • El Dr. Jorge de Abajo, otorrinolaringólogo de la Clínica Universidad de Navarra, lidera en España esta terapia, que permite, en la mayoría de los caso

La estimulación bilateral del nervio hipogloso es una técnica pionera que permite, en la mayoría de los casos, sustituir a la terapia de presión continua positiva (CPAP, por sus siglas en ingles). A pesar de haber demostrado altas tasas de eficacia, este sistema mecánico suele ser incómodo o incluso intolerable para un porcentaje importante de pacientes.

La estimulación del nervio hipogloso es una alternativa eficaz que mejora la calidad de vida y solventa los problemas asociados a la apnea obstructiva del sueño. Hasta el momento, siete pacientes se han beneficiado de este procedimiento en España, y cuatro de ellos han sido atendidos por el Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra, tanto en Madrid como en Pamplona. 

El Dr. Jorge de Abajo, especialista en Otorrinolaringología de la Clínica, lidera el desarrollo de esta terapia, que consiste la colocación de un implante electrónico debajo de la barbilla mediante una técnica quirúrgica mínimamente invasiva. Este dispositivo se ubica sobre las ramas del nervio hipogloso de manera bilateral. Una vez activado, la estimulación eléctrica permite mantener la vía aérea superior convenientemente abierta, evitando la aparición de la apnea obstructiva del sueño.

Explica el Dr. De Abajo que “durante el sueño, la musculatura de la lengua y la faringe se relaja. En algunos pacientes, eso produce un colapso de la vía aérea y, secundariamente, la apnea obstructiva. La estimulación del nervio hipogloso permite mantener un tono muscular constante que impide el colapso de la musculatura mediante la estimulación eléctrica modulada”.

El implante se realiza a través de una cirugía delicada, pero “muy bien tolerada por el paciente en términos de riesgos, dolor o molestias”. El procedimiento requiere anestesia general e implica una noche de ingreso hospitalario. Tras su colocación “hay que esperar dos meses para que los tejidos circundantes cicatricen bien, de tal manera que el implante se asiente adecuadamente. Después de este periodo se ejecuta la primera activación tras la que el paciente se va adaptando al estimulo y el equipo técnico optimiza la programación para cada caso. “Desde la intervención hasta que el equipo se encuentra totalmente operativo transcurren, aproximadamente, seis meses. Una vez superado ese periodo, la mayor parte de los pacientes disfrutan de un sueño de calidad sin necesidad de utilizar la CPAP”.

Como subraya el especialista, con el que colabora en Pamplona el Dr. Carlos Prieto, el dispositivo cuenta con un componente externo, donde se encuentran la batería y los sistemas electrónicos de control del estímulo. “Con este diseño, los pacientes pueden beneficiarse de las actualizaciones de software y de hardware, así como de la resolución de muchos problemas técnicos sin necesidad de someterse a una nueva intervención quirúrgica, a diferencia de lo que ocurre con otros dispositivos totalmente implantables”.

El Dr. De Abajo destaca que “la estimulación bilateral ha demostrado una mayor apertura de la vía aérea, en comparación con la unilateral, lo cual permite, entre otras ventajas, que se amplíen las indicaciones de la terapia”.

La apnea obstructiva del sueño es una alteración respiratoria que se produce por la obstrucción intermitente y repetitiva de la vía aérea superior durante el sueño. Dicho bloqueo origina una interrupción completa (apnea) o parcial (hipopnea) del flujo aéreo.

En España, la prevalencia de este síndrome varía entre un 6% y un 26% en la población adulta, dependiendo del grupo estudiado y de los criterios diagnósticos utilizados. Es más frecuente en hombres, personas con obesidad y mayores de 40 años. Se estima que hasta un 80% de los casos moderados y graves permanecen sin diagnosticar, lo que subraya la importancia de mejorar la detección y el tratamiento. Tanto la Sociedad Española de Otorrinolaringología como la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica destacan el impacto creciente de esta afección, debido al aumento de la obesidad, que es un factor de riesgo clave.

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