El reciente proyecto del Gobierno de Navarra para centralizar la gestión del 40% de los fangos de depuradora generados en la comunidad ha suscitado una fuerte oposición. La organización ecologista Sustrai Erakuntza ha denunciado que el plan presentado para la planta de tratamiento en Tudela ha sido "fraccionado de manera artificial", dificultando así una evaluación adecuada de su impacto ambiental.
La propuesta contempla la biometanización de los fangos en la depuradora de Tudela, un proceso que genera biogás, pero deja como residuo final una cantidad prácticamente igual de fangos que deben ser gestionados. Según la organización, estos fangos serían destinados a los campos agrícolas de la Ribera de Navarra, una región ya gravemente afectada por la contaminación de nitratos. Este es un punto crítico, ya que "los suelos agrícolas de Navarra, y especialmente los de la Ribera, ya presentan altas tasas de contaminación por nitratos", lo que podría empeorar con la implementación de este proyecto.
Sustrai Erakuntza también critica la falta de transparencia y la fragmentación del proyecto en varias fases, lo que, según ellos, vulnera la Ley de Evaluación Ambiental. La división del proyecto en tres fases distintas hace "imposible determinar el alcance de las afecciones al medio ambiente", impidiendo así una evaluación integral de su impacto.
Otro aspecto preocupante es el incremento de emisiones de gases de efecto invernadero debido al transporte de fangos a través de Navarra. La organización señala que el proyecto requerirá un considerable uso de energía, la cual en muchos casos provendrá de combustibles fósiles, contraviniendo así los principios de proximidad y autosuficiencia establecidos por la legislación vigente.
En resumen, Sustrai Erakuntza insta al Gobierno de Navarra a reconsiderar su enfoque y a optar por la creación de pequeñas plantas de gestión de residuos más cerca de los lugares de origen de los mismos. Este cambio, según la organización, no solo mitigaría el impacto ambiental, sino que también contribuiría a reducir la contaminación por nitratos en los suelos agrícolas. "Es imprescindible la implicación de la sociedad en la reivindicación de una gestión cercana y amable de los residuos", concluye la nota de prensa de Sustrai Erakuntza.