Este miércoles, 19 de junio, se llevó a cabo la primera reunión entre la dirección de la fábrica de galletas Mondelēz de Viana (Navarra) y la representación sindical de los trabajadores, quienes llevan en huelga indefinida desde el 10 de junio en demanda de un convenio más justo. La reunión duró apenas cinco minutos, lo que provocó una fuerte reacción por parte del sindicato LAB, que ha calificado en un comnicado la actitud de la empresa como una "provocación y un insulto" hacia los huelguistas.
El sindicato LAB manifestó que los representantes de la empresa mostraron una total cerrazón al negarse a negociar sobre varias de las reivindicaciones clave de los trabajadores, tales como la mejora de las coberturas de las incapacidades temporales, la equiparación de las pagas extras, la reducción de jornada y la antigüedad. Según LAB, la presencia de dos guardas de seguridad acompañando a los representantes de la empresa durante la reunión fue interpretada como un acto de soberbia que no hizo más que afianzar la decisión del sindicato de intensificar las movilizaciones para lograr un convenio más justo.
Por su parte, la dirección de Mondelēz emitió un comunicado en el que ofrece su versión de los hechos. En este, la empresa aseguró que desde el pasado 15 de enero se han mantenido negociaciones con el Comité de Empresa para la renovación del convenio colectivo, con el objetivo de garantizar condiciones competitivas y justas para los empleados, al tiempo que se asegura la sostenibilidad del plan de negocio. Según la dirección, en la última reunión antes de la huelga, celebrada el 16 de mayo, se ofreció un incremento salarial del 2,2% fijo más un 0,4% variable con garantía del IPC, además de otros beneficios como la reducción de un día de jornada anual en 2024 y 2025, dos días en 2026, dos días de descanso por cada ocho horas extras, incremento del plus de disponibilidad, jubilaciones parciales y flexibilidad en permisos por hospitalización.
La empresa lamenta que el Comité de Empresa decidiera romper las negociaciones y convocar una huelga indefinida a partir del 10 de junio. A pesar de esto, la dirección asegura que siempre ha respetado los derechos de los trabajadores y condena cualquier forma de violencia o coacción que se haya podido ejercer contra quienes quisieron ejercer su derecho al trabajo durante la huelga. En la reunión del 19 de junio, la dirección reiteró su predisposición a negociar, ofreciendo una garantía salarial de IPC más un 0,3% fijo, además de las propuestas anteriores. No obstante, el Comité de Empresa, según la empresa, no valoró esta nueva oferta y mantuvo su postura inflexible, finalizando la reunión sin responder a la propuesta.
Mondelēz destaca que la fábrica de Viana emplea a unas 400 personas y genera unos 1.200 empleos indirectos. La compañía ha invertido más de 50 millones en los últimos cuatro años en mejoras de infraestructura, seguridad, calidad y capacidad de la fábrica. Además, los empleados disfrutan de diversas condiciones beneficiosas previstas en el anterior convenio, tales como vacaciones de 25 días al año, promoción a oficial de primera a los seis meses con efectos retroactivos, permisos retribuidos por diversas circunstancias familiares, cuidados de menores, y complementación por enfermedad común o accidente, entre otros.
La situación sigue siendo tensa, con el sindicato LAB decidido a intensificar las movilizaciones y la dirección de Mondelēz reiterando su disposición a seguir negociando para alcanzar un acuerdo justo y sostenible para ambas partes.