Las obras de rehabilitación integral y regeneración urbana en los barrios de María Dolores Madaria y Landatas, situados en el municipio de Orduña, han entrado en su fase final y se espera que estén finalizadas antes de que acabe el año. Así lo han confirmado hoy el consejero de Vivienda y Agenda Urbana, Denis Itxaso, y el alcalde de Orduña, Iker Santocildes, durante su visita a las actuaciones en curso.
El proyecto, que ha incluido la intervención en 130 viviendas repartidas en diez portales, ha supuesto una inversión total de 8.615.522 euros. La financiación ha sido de carácter compartido, con aportaciones del Gobierno Vasco ($2.135.908 €$), los fondos europeos Next Generation EU ($3.810.386 €$), el Ayuntamiento de Orduña ($481.450 €$) y las vecinas y vecinos ($2.187.778 €$).
La intervención se enmarca en el Programa BERPIZTU y el Plan de Actuación Inmediata para la Comarca de Aiaraldea, identificando la zona como Zona de Actuación Preferente (ZAP), y se alinea con la estrategia europea para la regeneración de barrios vulnerables.
El consejero Itxaso ha destacado que esta rehabilitación no solo representa un salto en eficiencia energética y accesibilidad, sino también en la cohesión social y el orgullo de pertenencia de los residentes. La actuación ha permitido dar respuesta a demandas históricas, instalando ascensores (en ocho edificios) y mejorando el aislamiento térmico en fachadas mediante el sistema SATE. El coste medio de los trabajos por vivienda con intervención integral fue de $54.885$ euros, con una subvención que cubrió el 61% de la inversión.
El alcalde Santocildes, por su parte, ha puesto en valor la colaboración institucional para llevar a cabo una operación de tal calado, que resuelve déficits históricos e impulsa una transformación que mejora la vida cotidiana de las familias.
Además de las obras en los edificios, el proyecto de regeneración urbana incluye la reurbanización y mejora del espacio público en ambos barrios, como la instalación de nuevo mobiliario urbano y alumbrado, el soterramiento de redes y la creación de un espacio cubierto comunitario en Landatas. Esta intervención ejemplifica la nueva política de vivienda del Gobierno Vasco, centrada en la sostenibilidad, la accesibilidad y la equidad.
