Osakidetza ha conseguido detectar y atender a un total de 2.004 personas (564 en 2022, 647 en 2023 y 793 personas en 2024) en riesgo de suicidio desde la implantación, hace 3 años, del Código Intento Suicidio Reciente (CISR), una de las principales herramientas contempladas en la Estrategia Vasca de Prevención del Suicidio.
La estrategia vasca fue puesta en marcha en 2019 por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco para reducir la incidencia, prevalencia e impacto de la conducta suicida en Euskadi. Pese a las dificultades generadas por la pandemia de la COVID19, las instituciones vascas han venido trabajando de forma coordinada y transversal en los distintos ámbitos sectoriales y niveles administrativos con capacidad de incidir en la prevención, detección y posvención de la conducta suicida.
No sólo en el ámbito sanitario, donde además de la implantación del CISR, se han producido otros avances, como la implicación en la labor preventiva del Consejo Sanitario, la asistencia por parte de Emergencias-Osakidetza a las personas derivadas desde el teléfono 024, la implementación del cribado de prevención de la depresión en adolescentes por parte de Pediatría de Atención Primaria, o la incorporación de la prevención del suicidio en la estrategia de seguridad del paciente, por citar algunas de las actuaciones realizadas
También se han dado pasos en el entorno comunitario, con especial atención a la esfera educativa, donde los departamentos de Educación y de Salud han puesto en marcha un plan de prevención, intervención y posvención en los centros educativos.
Otra de las líneas de actuación previstas en la estrategia es la que ha posibilitado la puesta en marcha por parte de Osakidetza de cursos de formación presenciales y on line, tanto para personal sanitario como no sanitario, ciudadanía en general, y colectivos en situación de vulnerabilidad. En concreto, el programa BIZI -un curso de formación on line de prevención destinado a profesionales no sanitarios o sanitarios no clínicos cuyo objetivo es dotarles de herramientas para detectar personas en riesgo, ofrecerles un primer apoyo y derivarlas a los recursos especializados- ha formado desde su inicio en 2022 a más de 3.700 personas, siendo seleccionado por la Comisión Europea como práctica prometedora en salud mental.
Asimismo, desde las instituciones vascas se han desarrollado acciones de fomento y apoyo a las asociaciones de supervivientes, cuya labor es crucial en este ámbito.
El Departamento de Salud del Gobierno Vasco ha mostrado su disposición a compartir la experiencia acumulada y los avances alcanzados en los últimos años en Euskadi, a la hora de abordar el plan de acción para la prevención del suicidio 2025-2027 que el Ministerio de Sanidad lleva mañana viernes al Consejo Interterritorial de Salud y donde se prevén medidas ya desplegadas en el marco de la estrategia vasca.
ESTRATEGIA GLOBAL DE SALUD MENTAL
Además de la estrategia específica de prevención del suicidio, en la mencionada reunión del Consejo Interterritorial, está previsto tratar también las estrategias globales de abordaje de la salud mental.
En el caso de Euskadi, su Consejo Asesor de Salud Mental está en pleno desarrollo de la Estrategia vasca de Salud Mental 2023-2028. Un plan de acción que da continuidad a la histórica labor desarrollada en la CAE en este ámbito, aunando el sistema asistencial con la promoción de la salud mental y la prevención de los trastornos mentales.
De hecho, el objetivo general de la estrategia vasca es garantizar una atención integral a la salud mental en Euskadi, basada en un enfoque comunitario, centrado en la persona, y orientado a la recuperación. Para ello, despliega una serie de acciones agrupadas en 10 líneas principales de actuación: