Pamplona-Iruña quiere pasar página y mirar al futuro cultural con mayor ambición. El Grupo Municipal Socialistas del Ayuntamiento ha presentado una declaración para impulsar nuevas estrategias culturales y musicales que refuercen la proyección nacional e internacional de la ciudad, después de que la candidatura a Capital Europea de la Cultura 2031 no llegara a formalizarse.
La iniciativa, según explican desde el PSN, busca aprovechar la fortaleza del ecosistema cultural pamplonés y consolidar a la ciudad como un referente en creatividad, talento y programación de gran formato. “Se trata de activar nuevas líneas de trabajo que permitan capitalizar todo el potencial cultural que ya existe en Pamplona”, señalan los socialistas.
La portavoz del grupo, Marina Curiel, subraya que el momento actual es clave para dar un salto cualitativo en las políticas culturales municipales. “Pamplona ha demostrado que cuenta con la capacidad, los espacios y las alianzas necesarias para atraer eventos culturales de máximo nivel. La cultura es una herramienta fundamental para proyectar la ciudad, dinamizar la economía local y reforzar nuestra identidad colectiva. Es el momento de dar un paso adelante”, afirma.
Curiel pone en valor la colaboración con Navarra Impulsa Cultura, Deporte y Ocio (NICDO) y recuerda la reciente celebración en la ciudad de eventos de primer nivel, como los Premios Max de las Artes Escénicas, que —a su juicio— confirman “el potencial de Pamplona como ciudad abierta a la creación y capaz de acoger propuestas culturales de alta calidad con impacto nacional y europeo”.
La portavoz socialista destaca también el papel de estructuras ya consolidadas, como la Navarra Music Commission, en el impulso al sector musical y en la proyección de artistas y agentes culturales. “Pamplona cuenta con un tejido creativo sólido, experimentado y con gran capacidad para generar iniciativas culturales relevantes. Debemos apoyarnos en él para atraer nuevos circuitos internacionales de conciertos, festivales y giras”, defiende.
“Nuestra ciudad tiene una oportunidad real de convertirse en un punto de referencia cultural en España y en Europa”, concluye Curiel. “Ahora toca trabajar con determinación para que Pamplona siga creciendo en creatividad, participación ciudadana y proyección exterior”.





