La implementación de la Agenda Urbana de Euskadi 2050 viene experimentando un buen avance en este 2024 después de que en el año 2019 el Gobierno Vasco y el Programa Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat) firmasen un acuerdo con el propósito de fortalecer las capacidades de los socios de la Nueva Agenda Urbana (NAU). Esta agenda de la ONU fue aprobada en 2016 como guía principal para el desarrollo sostenible de pueblos y ciudades en todo el mundo.
Con ello lo que se propone es aumentar el conocimiento sobre el tema y crear redes que impulsen ese desarrollo sostenible. Un mundo sostenible se basa en tres ejes: la mejora económica, el desarrollo social y el cuidado medioambiental. Siguiendo el objetivo número 11 que fijó la Agenda 2030 de la ONU para un desarrollo sostenible, el viceconsejero de Agenda Urbana, Miguel Ángel Páez, y la jefa de la oficina de ONU-Habitat España, Beatriz Jordao, coinciden, en palabras del primero, en lograr barrios más habitables en todos los sentidos.
“En la actualidad tenemos actuaciones en 25 barrios con un presupuesto de más de 175 millones entre fondos propios y europeos. Las actuaciones se centran en la rehabilitación integral de los edificios, mejorando sus condiciones de accesibilidad y eficiencia energética, la reurbanización del espacio público con criterios de sostenibilidad y la creación de nuevos equipamientos que generen barrios con mayor actividad y más sostenibles”, explica Páez. Por eso, añade que la ONU busca “nuestra colaboración consciente de que nuestras políticas y prácticas van por delante de lo que se hace en otras partes del mundo”.
Asimismo, el viceconsejero ensalza la colaboración alcanzada con ONU-Habitat, de la cual el Gobierno Vasco recibe asistencia a través de expertos para mejoras en desarrollo sostenible. Por su parte, Jordao se suma a esta valoración y pretende que Euskadi “vaya construyendo redes con otros países”, sobre todo los que están en proceso de desarrollo, que son “nuestro principal objetivo” para compartir “las buenas experiencias vascas”, asegura. En consecuencia, el propio viceconsejero apuesta por darle “mayor visibilidad” a unas políticas que tienen “un elemento de sensibilización social enorme”.
En esta nueva fase de colaboración entre el Gobierno Vasco y ONU-Habitat hay dos prioridades: realizar un diseño sostenible y resiliente de las ciudades, con la diversidad y la inclusión como señas de identidad. Para ello, se va a adaptar y a compartir el marco de trabajo del Gobierno con los municipios vascos con el objetivo de mejorar y aumentar las labores de desarrollo sostenible de nuestros barrios y ciudades. En esta línea, se va a concretar una guía que se incorpore a la Agenda Urbana vasca y a los planes de acción municipales.
El objetivo es, por tanto, dar un nuevo impulso a la Agenda Urbana Vasca que mira hacia el 2050 para incorporar nuevas herramientas e indicadores en todos los asentamientos urbanos que nos ayuden a construir ciudades mejores económica, social y medioambientalmente.