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La importancia del filtro del habitáculo para el correcto funcionamiento del vehículo

El filtro del habitáculo se conoce también como el filtro de polen, y se pone en el circuito de aire acondicionado y climatización del vehículo para filtrar las partículas externas que pudieran contaminar el aire […]

El filtro del habitáculo se conoce también como el filtro de polen, y se pone en el circuito de aire acondicionado y climatización del vehículo para filtrar las partículas externas que pudieran contaminar el aire que llega del exterior y así, garantizar la mejor calidad del aire en el interior del vehículos. Se trata de un aparato fundamental para la buena oxigenación de los vehículos.

Ilustración con www.repuestoscoches24.es

Cuando hablamos de vehículos mayores a los de un utilitario pueden ir equipados con más de un filtro de polen con el fin y objetivo último de limpiar correctamente el aire que entra del exterior.

Los filtros del habitáculo habituales en los vehículos pueden ser de doble tipología como los ya denominados filtros de polen y los filtros de carbón activo o activado.

¿En qué se diferencias ambos filtros?

La función del filtro de polen y de carbón activo es la misma de forma general, es decir, evitar que en el vehículo entren sustancias externas a través del circuito de aire. La diferencia entre ambos se encuentra habitualmente en que el filtro de carbón activado no sólo evita la entrada de polen y otras partículas similares en el automóvil, sino que, como plus, no deja que la polución y los malos olores se introduzcan en el vehículo.
Además, ambos suelen diferenciarse también por el color del mismo. Así, los filtros de polen suelen ser de color blanco y los de carbón activo de color negro.

Por lo cual, se puede afirmar que, pese a que ambos están lógicamente unidos con la comodidad interior del vehículo, el de carbón activo influye en el comodidad olfativa de los ocupantes del vehículo, evitando, de esta manera, los habituales malos olores en las vías.

¿Cuándo se debe cambiar el filtro del habitáculo?

Habitualmente este tipo de piezas no deben sobrepasar los 30.000 kilómetros aunque ya con 15.000 kilómetros habría que valorar el estado del filtro y tener en cuenta las especificaciones del fabricante y de la marca de vehículo que se utilice.

De todas formas, se conocen los avisos que dan estos filtros para renovarlos y explicamos a continuación algunos de ellos.

Avisos que dicen que hay que cambiar el filtro del habitáculo

El más habitual es el olor. Si comenzamos a percibir olores del exterior nos indicará que la función para la que está diseñado está siendo debilitada por el tiempo y los kilómetros. De esta forma, debemos acudir al taller para que lo revisen y lo cambien si es necesario ya que ellos son los que conocen perfectamente cuándo hay que hacerlo.

Otro aviso que nos dice que ha llegado el momento del cambio es un mal flujo del aire del ventilador del coche. Si se percibe que al activar el ventilador, el aire no sale tan fuerte o regular como de costumbre, es síntoma de que el filtro del habitáculo está lleno de grasa que ha dejado de cumplir con su función correctamente.

Se trata de algo a lo que debe ponerse remedio cuanto antes, ya que no únicamente interfiere en la calidad del aire interior del vehículo, sino que además, puede producir un mal desempañado de las lunas cuando sea el caso, o que éstas tarden demasiado en desempañarse dificultando la visibilidad del conductor.

Si se producen alguno de estos síntomas debemos acudir al taller para que lo revisen y lo cambien inmediatamente.

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