En líneas generales, el ejercicio físico contribuye con el bienestar de las personas. Además de ser parte de un estilo de vida saludable, esta práctica puede mejorar la capacidad aeróbica y muscular de un individuo. Al mismo tiempo, permite disfrutar de otros beneficios como una mejor salud en general. Cabe destacar, que esta actividad también se puede emplear como parte de un tratamiento para casos puntuales de ansiedad u otras patologías.
Al respecto, los profesionales de D’Arte Human & Business School comentan que realizar ejercicio físico con regularidad alivia el estrés, mejora la memoria y optimiza la calidad del sueño, entre otras ventajas. Esta escuela de desarrollo personal ofrece distintas opciones de calidad para quienes desean aprender coaching profesional.
El ejercicio físico como tratamiento natural contra la ansiedad
Realizar actividad física con cierta regularidad contribuye a un alivio efectivo de las tensiones y el estrés. Además, sirve para aumentar la energía tanto física como mental. En particular, durante la práctica de ejercicio se liberan endorfinas, una sustancia que produce el cuerpo y genera bienestar.
En cuanto a la ansiedad, el ejercicio físico ofrece más beneficios cuando la persona que lo realiza desarrolla la capacidad de prestar atención de manera plena. En este sentido, es recomendable ser consciente de los golpes de los pies contra el piso, del ritmo de la respiración o del viento en la cara, entre otros elementos. Estos aspectos se vinculan con el mindfulness y se orientan a interrumpir el flujo de angustias o preocupaciones que sufre un individuo que padece ansiedad.
Por ejemplo, para conseguir este objetivo es posible realizar ejercicios que involucran movimientos cruzados tanto de brazos como de piernas. Esto incluye actividades como correr, nadar, hacer pesas y bailar, entre otras. Asimismo, existen actividades al aire libre como el senderismo, el ciclismo o la escalada que también contribuyen a reducir los niveles de ansiedad.
¿Cuánto ejercicio físico es recomendable hacer?
Para acceder a los beneficios de la actividad física es importante sostener una rutina con regularidad. Ahora bien, las sesiones no tienen que ser muy extensas. En este sentido, puede alcanzar con 30 minutos de ejercicio moderado durante 5 días a la semana. Si se trata de un niño o adolescente, la exigencia es mayor, por lo que en estos casos resulta recomendable realizar 60 minutos diarios con una intensidad de moderada a vigorosa.
A su vez, si se trata de alguien que hace mucho tiempo que no realiza ejercicios físicos, es posible comenzar con sesiones breves de entre 5 y 10 minutos para mejorar lentamente el ritmo. En líneas generales, al efectuar ejercicio se incrementa el nivel de energía, por lo que es más fácil incrementar el tiempo y la intensidad de esta práctica.
Por último, los profesionales de D’Arte Human & Business School señalan que existen distintas investigaciones que advierten que los niveles moderados de actividad son la mejor opción para la mayoría de las personas. En cualquier caso, estos expertos en coaching profesional y PNL (Programación Neurolingüística) consideran que el ejercicio físico constituye una herramienta espiritual de gran valor.