La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, María Luisa Carcedo, ha alertado sobre los efectos de la crisis climática en la salud y ha mostrado el compromiso del Gobierno en la lucha por combatirlo a través de la elaboración de un Plan Nacional de Salud y Medio Ambiente. Carcedo ha asegurado que la coalición de impulsores sociales y políticos «es un buen ejemplo de acción colectiva para abordar un reto global de salud».
La ministra ha participado este domingo en la clausura de la reunión de la Coalición de impulsores sociales y políticos ‘Invertir en clima: recortar emisiones, limpiar nuestro aire, salvar vidas’, en el marco de la 74º Asamblea General de Naciones Unidas.
«Todos nosotros sufrimos los efectos del cambio climático en nuestra vida diaria», ha asegurado Carcedo. «Según la Organización Mundial de la Salud, la contaminación del aire causa siete millones de muertes prematuras cada año, de las cuales 600.000 mil corresponden a niños», ha destacado. Además, ha recordado que el Banco Mundial estimó que la contaminación del aire tiene un coste para la economía global de más de cinco billones de dólares.
«Si no se actuamos más rápido, las víctimas provocadas por el clima y los factores ambientales, seguirán aumentando», ha asegurado. En este sentido, ha mostrado el compromiso del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en la reducción del cambio climático y su impacto en la salud de los ciudadanos. «En los próximos meses presentaremos un Plan Nacional de Salud y Medio Ambiente en el que estamos contando con otros ministerios, los gobiernos regionales y los mejores expertos», ha adelantado.
Este plan describirá los principales factores ambientales que influyen en la salud humana y establecerá los objetivos y líneas de intervención en esta materia, siendo una de ellas la lucha contra la contaminación atmosférica. «Obviamente recoge nuestros compromisos con la Unión Europea y los organismos internacionales, particularmente la OMS», ha explicado.
Carcedo ha calificado la iniciativa de «ambiciosa», ya que abordará múltiples cuestiones como por ejemplo el impacto sobre la salud de la calidad del aire, la gestión de productos químicos, los disruptores endocrinos, la biomonitorización, la radiactividad ambiental, los campos electromagnéticos y radiaciones no ionizantes, la radiación UV, el ruido, los vectores transmisores de enfermedades y las temperaturas extremas.
Además, el Plan incluirá la puesta en marcha de un sistema de indicadores de salud y cambio climático que ayudarán a conocer las condiciones reales de cambio y a diseñar una transición justa a través de medidas distintas en función de las características de los territorios y las personas.
La ministra ha recordado que España está alineada con la defensa de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, con el Acuerdo de París en materia de cambio climático y con las metas de la Unión Europa «para lograr un modelo de crecimiento neutro en carbono, inclusivo y solidario, en el que las energías renovables y la eficiencia energética sean las grandes protagonistas de este cambio».
Como muestra de este compromiso, ha explicado que España cuenta con un Ministerio para la Transición Ecológica. «El objetivo es cambiar la forma de entender la relación entre economía y ecología», ha explicado. Según ha recordado, el Gobierno de España aprobó en febrero el Marco Estratégico sobre Energía y Clima, que incluye un anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 y la Estrategia Nacional de Transición Justa.
Carcedo ha asegurado que la coalición de impulsores sociales y políticos «es un buen ejemplo de acción colectiva para abordar un reto global de salud». Hasta ahora se han sumado a ella 29 países, 51 entidades subnacionales y una entidad financiera. «Esperamos que esta jornada y la cumbre del clima contribuyan a sumar muchos más países y entidades», ha confesado. La ministra confía además en que este trabajo se traduzca en compromisos «que se transformen en acciones concretas».
«Debemos demostrar a los jóvenes que tenemos un compromiso con las generaciones futuras. El cambio climático es una oportunidad de superación para la humanidad», ha concluido la ministra.